Baja autoestima en niños de primaria, síntomas, causas y tratamiento.

La baja autoestima en niños de primaria es uno de los factores más importante que puede influir en el correcto desarrollo de los niños. De nada vale la inteligencia y las habilidades que pueda poseer si no aprende a quererse a sí mismo.

Una autoestima sana le dará la confianza y la motivación necesaria para alcanzar sus metas y objetivos, y evitara que los niños se conviertan en personas inseguras y con baja autoestima.

Cuando empieza a formarse la autoestima

La percepción que los niños tienen de sí mismos y de lo que los otros piensan de ellos comienza entre los 3 y 4 años.

En el momento en el que el niño entiende los conceptos del bien y del mal, empieza a formarse la autoestima. Soy bueno y me aceptan, encajo, soy malo y no me quieren.

Por eso es importante que se critique a las acciones del niño, no a la persona. Los niños tienen un pensamiento absolutista y si se les dice que son malos, lo creerán a pies juntilla, y estos pensamientos deterioran el amor propio.

Como trabajar el amor propio

Todos los padres deberían prestar mucha atención este aspecto psicológico de sus hijos, ya que es uno de los factores más influyentes en la felicidad futura de sus niños.

Siguiendo las siguientes sugerencias se puede ayudar a incrementar el amor propio en niños de primaria:

  • Conoce sus puntos fuertes: Cada niño tiene diferentes habilidades y cualidades, unos destacarán en el pensamiento abstracto, otros en la creatividad y otros en inteligencia corporal. Es importante descubrirlas para poder valorarlas.
  • Conoce sus puntos débiles: Trata con sinceridad los puntos débiles o defectos del niño para que el los pueda asumir e intentar trabajar en mejorarlos.
  • No hables como si no estuviera presente: Es muy habitual que en las conversaciones de parque con otros padres se digan cosas como “hoy no tiene colegio, que suplicio” o “un día de estos lo tiro por la ventana”. Aunque parezca que no están atentos, los niños tienen una antena parabólica que lo capta todo y este tipo de mensajes pueden llevarlos a pensar que sus padres no los quieren.
  • No uses el verbo “ser”, es mejor usar el verbo hacer: Cuando no te guste algo de él no le digas “no seas pesado”, dile “esto que estás haciendo es muy molesto”.
  • Amor incondicional: el niño tiene que sentir que sus padres le quieren y le aprecian. Si tratamos al niño con amor y afecto desde que es un bebe hasta que sea un adolescente, sentirá que es merecedor de ser amado y por consiguiente se amará.
  • Demuestra a tu hijo que estas orgulloso de el: Recompénsalo con un elogio cuando haga algo bien.
  • Se realista cuando elogies a tu hijo: Es necesario no exagerar, ya que se corre el riesgo de aumentar su ego demasiado.
  • Utilizar terapia Focusing.
  • No banalices sus problemas: Aunque a los padres nos pueda parecer que los problemas de los niños carecen de importancia en comparación con los nuestro, ellos los viven muy intensamente. Demuestra que te importa lo que les ocurre, eso les dará confianza y les reconfortará.
  • No lo compares con primos, hermanos o amigos: Todos tenemos talentos y habilidades diferentes.
  • Mantén reuniones con los profesores para hablar de tus hijos: Es importante que los docentes sepan cuáles son sus puntos fuertes, pero sobre todo, cuáles son los puntos débiles para que los maestros sean conscientes de su comportamiento en determinadas situaciones y las afronte de manera positiva.
  • No le critiques en público: Esto le puede hacer sentir ridiculizado. Esto puede hacer que en el futuro no acepte la crítica y reaccione con rabia.
  • Realiza terapia humanista.
  • Establece objetivos: Para aumentar su confianza y la autoestima es muy beneficioso establecer metas que pueda alcanzar. Si es necesario puedes ayudarle. Es muy importante que se le felicite cuando lo consiga.
  • Pon limites: Los niños perciben que estas interesados en su educación y lo reciben como una muestra de amor.
  • No lo sobreprotejas: Déjale que haga las cosas por sí mismo para que adquiera autonomía y confianza.
  • En casa tiene que sentirse a salvo, seguro: Esto es un pilar fundamental para su seguridad en la edad adulta.

Baja autoestima en niños

Los niños en esta edad escolar pasan mucho tiempo a la semana en clase. Es aquí cuando empiezan a socializar con amigos y profesores. Este tipo de interacciones sociales son un pilar de la construcción de la autoestima en los niños de primaria.

Síntomas que presenta el niño

Debido a que no son capaces de verbalizar sus emociones, se hace necesario estar muy atentos a determinados indicadores que nos pueden alertar de que nuestro hijo tiene falta de autoestima:

  • No suelen hablar de sí mismos, y si lo hacen, es negativamente.
  • Los éxitos los asocian con factores externos: Por ejemplo, si sacan buena nota en un examen, comentaran que es porque preguntaron lo que se había estudiado. Si consiguen ganar en un juego, dirán que es porque han tenido suerte.
  • Los fracasos los ven como algo interno: Si algo les sale mal, dirán que es porque no se les da bien, no pueden, no saben.
  • Pueden ser impulsivos.
  • Suelen ser pesimistas: Su falta de confianza en sí mismos les hace creer que no podrán alcanzar sus objetivos y metas.
  • Suelen incordiar y molestar a los demás: Debido a que en ocasiones carecen de habilidades sociales esta es la manera de mostrar su frustración.
  • Pueden mostrarse agresivos.
  • Tienen poca tolerancia a la frustración: Ante la mínima dificultad se frustran.
  • No suelen participar en los grupos: Se aíslan y no son comunicativos, con el consiguiente rechazo del grupo.
  • Pueden mostrarse irritables.
  • Ser demasiado perfeccionista: Si para el niño supone un problema no hacer las cosas perfectas, puede ser por que busque subir su autoestima.
  •  Ser dependientes: Se sienten inseguros y buscan esa seguridad en sus padres.
  • Rendimiento académico bajo.

Causas mas habituales:

Existen muchos motivos por los que los niños pueden tener baja autoestima. Algunos motivos son:

  • Haber sufrido abusos físicos, psíquicos o sexuales.
  • La exclusión social.
  • El acoso escolar.
  • Haber sido castigados frecuentemente.
  • Comparación constante con hermanos o amigos.
  • Proyecciones negativas de los padres en los niños.
  • El TDAH. Trastorno de déficit de atención.
  • Cargarles con expectativas que no pueden cumplir.

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