En este post vamos a hablar de la inteligencia emocional y de dos de sus principales componentes, las habilidades sociales, y la autoestima.
La inteligencia emocional es un tipo de inteligencia que está encargada de gestionar nuestras emociones, nos ayuda a regularlas y a identificarlas. También a conocerlas y saber cómo gestionarlas. Dentro de nuestro cerebro, la amígdala es la encargada de la gestión de las emociones.
Esta pequeña parte de nuestro cerebro necesita un control por parte de la corteza prefrontal. Es esta área la que va a ayudar a que nuestras conductas no sean siempre impulsivas e instintivas, sino que haya un filtro y que nuestra respuesta conductual esté adaptada a las circunstancias del medio.
Las habilidades sociales
Uno de los componentes de la inteligencia emocional son las habilidades sociales.
¿Qué son este tipo de habilidades? Es todo el conjunto de comportamientos y de creencias que yo pongo en juego cuando me relaciono con los demás.
Las emociones juegan un papel fundamental ya que que todo lo que yo hago finalmente está mediado por las emociones.
El primer concepto que debemos conocer está relacionado con los tipos de estilos comunicativos. Las personas generalmente nos movemos en tres tipos de estilo comunicativo. El pasivo, el agresivo y el asertivo.
Estilo de comunicación pasiva
En este tipo de comunicación la persona tiende a poner a los demás por delante de sí misma. Está caracterizado por conductas en las que cuesta mucho decir que no. También cuesta mucho hacer críticas, pero se aceptan sin rechistar cuando se las hacen a la persona.
Es una conducta un poco inhibida socialmente. Socialmente, este tipo de personas suelen tener buena aceptación y reciben pocas críticas y se ven involucrados en pocos conflictos sociales puesto que están al servicio del otro.
Sin embargo, a nivel personal sí que tiene un coste elevado porque la persona tiene la no está haciendo lo que quiere y necesita. No está diciendo o expresando su opinión con libertad. Se deja manipular o arrastrar por los demás.
Estilo de comunicación agresiva
En el otro extremo nos encontramos al tipo agresivo. Aqui pasa un poco al revés que en el estilo anterior. Yo estoy por delante de los demás, mis prioridades, mis necesidades y mis opiniones tiene que estar por delante de lo que sea y de quien sea.
Se caracteriza por conductas un poco agresivas en la manera de expresarse o de interacciónar con los demás. Imponer cosas, dar opiniones cuando no se han pedido, hacer críticas de una manera inadecuada son comportamientos típicos de personas con este tipo de comunicación.
Este estilo comunicativo tiene muchos más prejuicios a nivel social. No acepta las críticas por parte de los demás, hay conflictos en las relaciones, etc, ya que este tipo de personas no son tan complacientes como el estilo anterior.
Estilo de comunicación asertiva
La manera mas sana de comunicación es la asertiva. Aprender a ser asertivos es dase cuenta de que los demás están a la misma altura que uno mismo. En el mismo lugar ni por encima ni por debajo. Es darse cuenta de que tengo derecho a rechazar peticiones, que tengo derecho a hacer una crítica constructiva, a pedir un cambio de conducta en el otro, darse cuenta de si quiero aceptar o no una critica y saber gestionarla.
Es un estilo en el que todas las personas están a la misma altura y se tiene la libertad para buscar la felicidad en la manera mas conveniente.
Lo importante en este estilo es que la comunicación se hace de una manera adecuada, ni de forma sumisa quedando por debajo de los demás, ni de una manera agresiva.
¿Cual es mi tipo de comunicación?
Las personas generalmente no nos comportamos siempre de una manera. Hay momentos determinados en los que tenemos conductas pasivas y en otros podemos mostrar una conducta agresiva. Y otras en las que sabemos desenvolvernos bien y ser asertivos y decir lo que pensamos y expresar nuestros deseos.
Desde mi punto de vista, por lo general nadie siempre se presenta como agresivo o como pasivo. Dependiendo de la situación en la que se está o de las personas con las que se está la persona se puede adquirir un tipo u otro, aunque siempre va a ver un estilo predominante.
Se puede dar la combinación del estilo pasivo y agresivo. Este suele tirar la piedra y esconder la mano. Se caracteriza por la manipulación, la deshonestidad.
Este estilo es más peligroso que el agresivo, ya que en al agresivo se le ve venir.
¿Como mejorar mis habilidades sociales?
Las habilidades sociales incluyen muchos aspectos diferentes, el tono de la voz, el lenguaje no verbal, el vocabulario que uso cuando me relaciono con los demás, etc.
Es cualquier cosa que yo pongo un juego en la comunicación con otros. Por lo tanto si yo aprendo la manera más asertiva de utilizar el lenguaje corporal, el lenguaje verbal, a modular el tono de voz, maneras concretas de aprender a rechazar una petición, fortaleceremos nuestra inteligencia emocional.
Derechos asertivos
Otra de las cosas que podemos aprender son los derechos asertivos que tenemos. Aprender estos derechos nos ayudará a lidiar con una serie de creencias que se tienen que pueden ser disfuncionales
Por ejemplo, es muy común pensar que tengo que prestar ayuda necesariamente al otro. Pero hay que ser consciente de que cuando me piden la ayuda tengo derecho a elegir si quiero prestarla o no. Tengo derecho a ser mi propio juez, tengo derecho a decir a una persona que no quiero su opinión si no se le ha pedido, tengo derecho a defender mis intereses, a buscar mi felicidad y a poner límites.
También tengo derecho a cambiar de opinión, tengo derecho a equivocarme.
Tenemos derecho a contradecirnos, tenemos derecho a equivocarnos a no ser perfectos,
Muchos de estos derechos no los tenemos tan claro en el día a día. Si tengo creencias muy arraigadas que entran en conflicto con mis derechos asertivos me comportare según mis creencias, y esto puede hacerme sentir mal. De ahí la importancia de ser conscientes de nuestros derechos.
La relación con la autoestima
Otro componente de la inteligencia emocional muy importante es la autoestima. Implica la aceptación de uno mismo. Es el amor incondicional a nosotros mismos, el aprender a amarse conforme uno es, con sus puntos fuertes y con sus puntos débiles.
Sobre todo el saber enfocar nuestro crecimiento personal o nuestra vida de una manera para lograr un potencial y un desarrollo. No quedarnos estancados, no quedarnos parados sino trabajar en nosotros mismos para encontrar una versión mejor de uno mismo. Resolver las dificultades que se van presentando o aquellos aspectos de nosotros que vemos que interfieren con nuestros objetivos.
En nuestras relaciones sociales, tener una amor propio sólido es una de las cosas que más nos va a ayudar en la vida, ya que nos va a hacer sentir valiosos competentes capaces y nos va a motivar hacia el logro que al final es lo que todos todos necesitamos.
Soy psicóloga general sanitaria. Mi orientación es la humanista. Master en Psicoterapia individual y de Grupo por la Universidad Pontificia de Comillas. Especialista en Terapia Centrada en la Persona, Terapia Gestalt, Bioenergética, Psicosomática y Etica. Experto Universitario en Psicosomática por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática. Focusing Trainer y Focusing Oriented Therapist.